viernes, 25 de julio de 2025

No Lancen Bombas, Lancen Flores De Amor

Mensaje de la Inmaculada Madre María y de Nuestro Señor Jesucristo a Angélica en Vicenza, Italia, el 25 de julio de 2025

Queridos hijos, la Inmaculada Madre María, Madre de todos los Pueblos, Madre de Dios, Madre de la Iglesia, Reina de los Ángeles, Auxilio de los Pecadores y Madre Misericordiosa de todos los hijos de la tierra, he aquí, hijos, hoy Ella viene a vosotros para amaros y bendeciros.

Hijos, rezad Conmigo para que termine la carnicería en Palestina. Los pueblos no deben callar, ¡deben hacer ruido para que cesen los bombardeos! Alimentad a Mis hijos, dadles de beber, y detened las bombas, detened la guerra, ¡esta tierra necesita paz!

Vosotros, gobernantes, llamados poderosos, esto es todo lo que sabéis hacer: desencadenar conflictos. Sin vosotros, los pueblos quizás estarían más en paz, ¡pobres hijos Míos!

Para muchos de vosotros, éste es un tiempo de descanso, pero con las noticias que os llegan, no es un verdadero descanso. ¿Cómo podéis permanecer impotentes ante tantas muertes?

Hoy no hablaré largo y tendido, pero repito: "¡Rezad y haced ruido para que cese este conflicto! Que todos los conflictos de la Tierra lleguen a su fin".

No lancen bombas, lancen flores de amor, y en cuanto a los poderosos, ¡arrepiéntanse porque responderán severamente ante Dios Padre Celestial!

Alabanza al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo

Te doy Mi Santa Bendición y gracias por escucharme.

¡Oren, Oren, Oren!

Jesús apareció y dijo

Hermana, es Jesús quien te habla: ¡Yo Te Bendigo En Mi Trinidad, Que Es El Padre, Yo El Hijo Y El Espiritu Santo! Amén.

Que descienda cálido, abundante, santo y santificador sobre todos los pueblos de la tierra, para que comprendan que deben buscarse y tomarse de la mano. Vuestras manos ya se buscan, son vuestras mentes las que se desvían, el alma habla al corazón para que las manos se busquen.

Vamos, hijos Míos, sin vacilar, búsquense las manos, tómense de la mano, háganlo con amor y conocimiento, y no descuiden el calor que se transmite, es el calor de la fraternidad. Si lográis, hijos Míos, tomaros de la mano, miraros a los ojos y ver Mi Rostro, entonces sois pueblos que salvarán esta tierra.

No tengáis miedo si el otro no es como vosotros. Mostradle Mi Rostro y veréis que tarde o temprano se volverá como vosotros. Ya veis, hijos, es una tarea inmensa la que tenéis que hacer, pero sólo vosotros podéis hacerla, porque debéis volver al tiempo en que no os teníais miedo los unos a los otros y erais abiertos, cuando encontrabais tiempo para visitar a los enfermos y dabais siempre algo a vuestro hermano o hermana. Ahora os habéis quedado vacíos y, en vez de dar, lo tiráis todo por la borda.

Quiero que todos reflexionéis sobre estas palabras Mías, que leáis y releáis este mensaje, no superficialmente, sino con amor.

Os bendigo en Mi Trinidad, que es el Padre, Yo el Hijo y el Espíritu Santo. Amén.

La Madonna Estaba Vestida De Blanco Con Un Manto Azul, Llevaba Una Corona De Doce Estrellas En La Cabeza Y Había Humo Negro Bajo Sus Pies.

Había Ángeles, Arcángeles y Santos Presentes.

Jesús Apareció Vestido De Jesús Misericordioso. Tan Pronto Como Apareció, Nos Hizo Recitar El Padre Nuestro. Llevaba la Tiara en la Cabeza y el Vincastro en la Mano Derecha. A Sus Pies Estaban Sus Hijos Rezando.

Había Ángeles, Arcángeles y Santos Presentes.

Origen: ➥ www.MadonnaDellaRoccia.com